En los años 60 vi una película que se titulaba El knack y cómo lograrlo; ésta ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1965. En ella aparece un personaje que tenía un amplio poder de seducción (el “knack”) entre las mujeres. Mucho me temo que en mi caso esta característica ha sido siempre menor, no aprendí ni entendí cómo se puede realmente lograr este “knack”. Sin embargo, el título de esta vieja encantadora comedia me recordó el “insight”, palabra que me parece realmente difícil de traducir; uno de los diccionarios la define en español como penetración; otra descripción más completa se refiere a que es la capacidad de darse cuenta, es tomar conciencia en forma súbita de una realidad, es un poco como “una palmada en la frente”; es una nueva comprensión que conlleva frecuentemente cierta emocionalidad. Pienso que por el momento mejor nos quedamos con “insight” y más que traducirlo o definirlo, me quiero referir primero a que uno encuentra inteligencia en cada aspecto de la vida. Tenemos campesinos, empleados y empresarios inteligentes, técnicos mecánicos e ingenieros creativos, así como abogados, políticos, diplomáticos y doctores lúcidos. Esta característica se encuentra en la industria, en el comercio, las finanzas, el periodismo y las relaciones públicas. Hay inteligencia en el hogar, en la amistad, en la conversación, en el deporte, en las artes, en el entretenimiento. En cada caso, la mujer o el hombre inteligente tienen una mayor rapidez y habilidad para darse cuenta, para comprender el punto medular, para descubrir de qué se trata, para anticipar las implicaciones, para adquirir más rápidamente el saber cómo hacer las cosas, cómo proceder. Sus acciones y discursos revelan las mismas características que aquellas que produjeron el “Eureka” de Arquímedes. El “insight” tiene estas características en toda actividad humana, aun en los logros más modestos. El inquirir de manera metódica no es privativo de las ciencias experimentales, la filosofía o las matemáticas. Después de que los niños han logrado descubrir el lenguaje, una avalancha de preguntas se generan: ha surgido la curiosidad del ser humano, a tal grado que los papás llegan a responder: “Querida(o) hija(o), tú no puedes todavía entender eso”, pero más frecuentemente con razón que sin ésta, pues la respuesta a ciertas preguntas depende de otras preguntas interesantes previas, las cuales surgen del “insight” y de la relación de éste con las experiencias acumuladas. El intelecto de la niña o el niño se desarrolla mediante incesantes ¿qué? y ¿por qué? Estos fructificarán sólo al darnos cuenta de que si verdaderamente queremos comprender las respuestas, de alguna manera tenemos que encontrarlas nosotros mismos. El “insight” emerge entonces como una liberación, después de un periodo en el que se inquiere, se busca, se entiende; surge de manera súbita e inesperada. Es una función de condiciones internas. Las condiciones externas pueden ser las mismas para varios, pero sólo aquel o aquella con las condiciones internas apropiadas logrará el “insight”. Transita entre lo abstracto y lo concreto. Nuestro entendimiento profundo puede ser a través de conceptos, ideas o incluso símbolos abstractos, como en matemáticas o física. Lo recientemente comprendido se convierte en parte de nuestro habitual entendimiento. En las ciencias y sus diversas áreas, las ideas básicas, conceptos, formalismos, procedimientos, métodos, pueden ser muy diferentes; esto crea diversos universos experimentales y conceptuales sobre los que se inquiere, se investiga, para buscar la posterior liberación súbita que produce la real comprensión del problema científico que se investiga. Los que nos dedicamos a la investigación sólo hemos conocido una manera de aprender para que eventualmente en nuestras búsquedas científicas emerja el “insight” y es trabajar junto con un(a) buen(a) investigador(a), es un proceso muy individual y no existe un método específico a seguir. Cada investigador ha logrado una concepción y procedimientos en su campo, resultado a su vez de su experiencia con los investigadores que lo formaron y de las ideas y metodologías que él o ella han desarrollado por sí mismos. Lo más importante es el compromiso y la búsqueda que cada investigador(a) asume con sus propios problemas de investigación, pues éstos le presentarán retos y características nuevas para los cuales, los procedimientos y métodos conocidos no basten, impulsándolo a interpretarlos, entenderlos y resolverlos de una manera novedosa. Sin el “insight” la ciencia no podría avanzar, la curiosidad del niño, del ser humano, del científico lleva a que éste se presente en nuestras diversas actividades. Excepcionalmente entonces los resultados son brillantes y sorprendentes. Sin embargo, en la ciencia, al perseverar en la investigación con frecuencia se acumulan éxitos parciales que contribuyen a integrar un grupo de conocimientos que constituyen más tarde los elementos que se convierten en necesarios para una profunda comprensión y un gran logro. El “insight” es un proceso inherente a la creatividad humana en todos los campos, es de particular relevancia en la ciencia. Sin esta última, la humanidad no habría progresado. Menciono un dato que leí hace algún tiempo: se calcula que el 30 por ciento de la economía de los Estados Unidos está basada en tecnologías que tienen como base fundamental a la Mecánica Cuántica. No es el propósito de este artículo explicarla aquí, sólo mencionar que es la teoría de la física que nos permite particularmente entender el comportamiento de los átomos. Para tratar de lograr el “insight” (al menos en problemas de parcial relevancia) en el área en que uno trabaja, está el tener primero visión en los problemas de su campo. Todos hemos llevado algo de física en la secundaria y en la preparatoria y sabemos que la expresamos por medio de las matemáticas. Pues bien, John Archibald Wheeler, uno de los físicos más connotados de la segunda mitad del siglo XX, tenía un principio moral: “Nunca empiece a resolver un problema sin saber de antemano la respuesta”. Es decir, habrá que adquirir primero conocimientos y habilidad en el campo para tener la visión de los problemas y con ésta poder imaginar, sospechar su solución. Este es un necesario entrenamiento hacia la búsqueda del “insight”, en retos novedosos. Creo que todos los que hemos dedicado una larga carrera a la ciencia hemos logrado parcialmente cierto “insight” en nuestra área de especialidad, y hemos tenido un éxito parcial al comprender y resolver ciertos problemas. Quisiéramos detectar algunos verdaderamente interesantes y particularmente relevantes, para poder entenderlos y contribuir a su solución. Pero es como el “knack”. ¿Realmente cómo lograrlo?
Octavio José Obregón Díaz |
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* Miembro del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República (CCC). * Profesor Investigador del Departamento de Física, División de Ciencias e Ingenierías, Campus León, Universidad de Guanajuato.
- Insight
estudio sobre la comprensión humana
Bernard Lonergan