Las discusiones sobre el futuro del libro se volvieron a calentar gracias a un artículo reciente de Kevin Kelly, autor respetado entre los digerati (intelectuales digitales). Llama a escanear los 35 millones de libros existentes para que todos tengamos acceso a su contenido. Una visión “no tan avanzada” si hemos de creer a Bob Stein, director del Instituto para el futuro del libro.
Toda la música ha sido digitalizada, dice, pero “apenas uno de cada 20 libros ha pasado de análogo a digital” explica Kelly. La biblioteca universal que permitiría que todos tengamos acceso a todo el conocimiento jamás publicado “carece de libros” y el ritmo actual de digitalización de más o menos un millón por año no es suficiente. Por esto, el ex jefe de redacción de Wired para el cual ocupa hoy las funciones de “inconformista veterano” Kelly nos invita a “Scan this book!” digitalizar este libro, todos los libros.
La versión digital de un libro es como su versión “líquida” explica Kelly. Permite fragmentarlo, remezclaro (remix) como si fuera una pieza de música.
San Francisco, California, 24.may.06
Más importante, “en la biblioteca universal, ningún libro será una isla.” Podemos poner vínculos entre ellos o agregar tags (etiquetas). Dos formas nuevas de crear relaciones explícitas. “El enlace y el tag podrían ser dos de las invenciones más importantes de los últimos 50 años” estima Kelly.
La novedad esencial, sin embargo, es la capacidad de abordar todos esos textos gracias a los motores de búsqueda que saben “domesticar el poder de las relaciones”. De ahí surge “una nueva cultura de interacción y de participación”.
Las propuestas de Kelly fueron consideradas suficientemente revolucionarias para que el New York Times Magazine las presentara en su edición del 14 de mayo como un “Manifiesto”.
De dónde, entonces, provienen las reticencias de Bob Stein?
La noción útil, para él, es la de “libro en red”. “Hemos decidido hace tiempo ver el libro como un vehículo para mover grandes ideas” nos explicó por teléfono. “El objetivo es alentar conversaciones alrededor de esos temas.” Los grandes libros causan debates en cafés o salones, en forma de artículos o de otros libros. Pero “Hasta hace poco, las conversaciones se mantenían afuera del libro,” estima. Ahora, el libro en red permite que “los nodos de la conversación estén adentro”.
Cita como ejemplo un libro puesto en línea por su instituto (futureofthebook.org/gamertheory/) en el cual los comentarios aparecen al lado del texto en vez de estar en otro lugar o abajo. “El sentido de estar adentro de un proceso dinámico es palpable” estima Stein, “da la sensación de compartir algo con el autor y con los demás lectores”.
Algo semejante pasa con los autores que empiezan un blog y un libro a la par. “Piensan en voz alta, atraen a un pequeño número de lectores que piensan con ellos”.
“Esta es una diferencia fundamental con el artículo de Kelly” me explicó Stein. “Mi impresión es que su concepción del autor y del libro son las mismas que en el mundo de la imprenta. Habla de búsqueda como entrada, y de la posibilidad de remezclar. Es bueno, pero muy menor comparado con la evolución del papel del autor y de los lectores.”
Lo importante es que esos intervengan. “Para lograrlo, el autor tiene que aceptar su participación creativa, no solo como receptores, como participantes en la búsqueda del conocimiento”.
Esta participación de los lectores en el proceso de creación “los libros serán mejores, tendrán una audiencia y seguirán viviendo”.
Stein y su equipo del Instituto para el futuro del libro basado en la Universidad de California del Sur están preocupados “por la reticencia para discutir grandes temas” que detectan en la sociedad de hoy. “Y por el momento no tenemos medios los suficientemente poderosos para lograrlo”.
Los medios desarrollados después de la segunda guerra mundial “tienen un increíble poder de emisión (broadcast), que sirve para controlar la audiencia y no para invitarla a abordar temas filosóficos”. La internet permite que cada uno tenga una voz. “Pero está siendo desarrollada cada vez más como un medio de emisión” (broadcast media). Stein espera que el “libro en red” contribuya a desarrollar nuevos tipos de libros “capaces de llevar a conversaciones ricas e importantes”.
Tanto Kelly como Stein caracterizan la digitalización del libro por su inserción en un universo relacional activo diferente del anterior. El primero insiste sobre el acceso universal al conocimiento y las relaciones entre libros mientras el segundo valora más las relaciones entre la gente alentadas por los libros. Más que dos concepciones de la tecnología son dos visiones de la sociedad.
Scan this Book (artículo de Kevin Kelly)
http://www.nytimes.com/2006/05/14/magazine/14publishing.html
The Institute for the Future of the Book