ciudad del sol

 


 

La ciudad del sol, la ciudad de los soles.


Una inconmensurable esfera como mundo luminoso, como sol de soles, conjuntaba infinitud de esferas, las cuales eran continentes de toda luz, de todo conocimiento habido y por haber. Magna esfera de todo tiempo de toda sapiencia. De todo saber de todo por saber, de todo hacer, de todo por hacer, de todo arte, pasado, presente y por venir.
Donde se pod’an ver y escuchar las im‡genes de las mentes, donde se superaban las distancias, y los or’genes.
Donde todo descubrimiento y toda gŽnesis siempre se comprendieron y celebraron.
Roberto Real de Le—n.

CIVITAS SOLIS.
VEL DE REIPUBLICAE IDEA DIALOGUS POETIUS 1637
SCIENTIARUM FACILES PER PICTURAS DISCIPLINAE
La imaginaria Ciudad del Sol (proyecto ut—pico) de Tommaso Campanella.
Competencias del triunviro sabidur’a: Al cuidado de la Sabidur’a, est‡n las artes liberales y mec‡nicas y todas las ciencias, as’ como sus autoridades, los ense–antes y las escuelas de diferentes disciplinas. Est‡n bajo su mando todas las autoridades de las diferentes ciencias y artes. Hay una autoridad que se llama Astr—logo, tambiŽn un Cosm—grafo, un AritmŽtico, un Ge—metra, un Histori—grafo, un Poeta, un L—gico, un Orador, un Gram‡tico, un Medico, un F’sico, un Pol’tico, un ƒtico. Poseen, adem‡s, un œnico libro denominado Sabidur’a, en el que est‡n recogidas todas las ciencias y las artes en forma compendiada y con admirable sencillez. Leen este libro al pueblo a la usanza de los pitag—ricos.

F‡cil aprendizaje de las ciencias por medio de pinturas murales.
La sabidur’a hizo adornar las paredes interiores exteriores, inferiores y superiores, con excelentes pinturas que en admirable orden representaban todas las ciencias. en los muros exteriores del templo y en las cortinas que se bajan cuando el habla, a fin de que su voz no se pierda, est‡n dibujadas todas las estrellas. Sus virtudes, magnitudes y movimientos aparecen expresados en tres vers’culos.
En la parte interna del muro del primer c’rculo se hallan representadas todas las figuras matem‡ticas. Sus nœmero es mucho mayor que el de las inventadas por Arqu’medes y Euclides. Su magnitud est‡ en proporci—n con la de las paredes; y una breve explicaci—n, contenida en un verso alusivo a cada una de ellas, da a conocer su significado. Hay tambiŽn definiciones, proposiciones, etcŽtera. en la parte extrema de la pared del mismo c’rculo encuŽntrase en primer tŽrmino una descripci—n, ’ntegra y al mismo tiempo detallada, de toda la tierra. Esta descripci—n va seguida de las pinturas correspondientes a cada provincia, en las cuales se indican brevemente los ritos, las leyes, las costumbres, los or’genes y las posibilidades de sus habitantes. encima del lugar que ocupa el alfabeto de la Ciudad del Sol, se ven los alfabetos de todas las provincias.

En el interior del segundo c’rculo, o sea de las segundas habitaciones, est‡n pintadas todas las clases de piedras preciosas y vulgares, de minerales y metales autŽnticos. Cada uno de estos objetos va acompa–ado de dos vers’culos que contienen la adecuada explicaci—n. En el exterior del mismo c’rculo est‡n dibujados todos los mares , r’os, lagos, y fuentes que hay en el mundo, as’ como tambiŽn los vinos, aceites y todos los licores con indicaci—n de su de su procedencia, cualidades y propiedades. Sobre las arcadas se encuentran ‡nforas adosadas al muro y llenas de diversos licores, que datan de cien o de tres cientos a–os y se usan como remedios de diversas enfermedades. Otros vers’culos explican las figuras relativas al granizo, la nieve, el trueno y todos los fen—menos que acontecen en la atm—sfera. los habitantes de la Ciudad del Sol saben tambiŽn producir artificialmente dentro de una habitaci—n todos fen—menos meteorol—gicos, es decir los vientos, las lluvias, los truenos, el arco iris, etcŽtera.

En la parte interna del tercer c’rculo se hallan representadas todas las especies de ‡rboles y hierbas, algunas de las cuales se conservan vivas dentro de vasos colocados sobre las arcadas de la pared exterior y van acompa–adas de explicaciones y semejanzas con las cosas celestes, con los metales, con las partes del cuerpo humano y con los del mar, sus diferentes usos en medicina, etc. En la parte extrema se ven todas las especies de peses as’ de r’o como de lago o de mar, sus costumbres, cualidades, modo de reproducirse, de vivir y de criarse; sus aplicaciones en la naturaleza y en la vida; y, finalmente sus relaciones con las cosas celestes y terrestres, producidas natural o artificialmente. Tan es as’ que me quedŽ asombrado al ver peses en forma de obispo, cadena, coraza, clavo, estrella, miembro viril, etc.; constituyendo copias perfectas de todas aquellas cosas que entre nosotros existen. EncuŽntrense tambiŽn erizos, conchas, ostras, etc. En fin all’ est‡ admirablemente descrito y explicado todo lo que el mundo de las aguas contiene digno de menci—n.

En el interior del cuarto c’rculo est‡n pintadas todas las especies de aves, sus cualidades, tama–os, costumbres, colores, vida etc; incluso el ave fŽnix, que ellos consideran absolutamente real. en la parte externa del mismo c’rculo se muestran todas las clases de reptiles, serpientes, dragones, gusanos, insectos, moscas, mosquitos, t‡bano, escarabajos, etc.; con sus especiales propiedades, virtudes, venenos, usos, etc.; y todos ellos en nœmero mucho mayor del que podemos imaginar.

En el quinto c’rculo se encuentran animales m‡s perfectos de la tierra en cantidad tal que produce asombro y de los cuales nosotros no conocemos ni la milŽsima parte. Por ser muy numerosos y de gran tama–o, est‡n pintados tambiŽn en la parte exterior de dicho c’rculo. Á0h, cu‡ntas especies de caballos podr’a describirte ahora!. Que hermosura de im‡genes y cuantas doctrinas en su explicaci—n. Mas quŽdese para los doctos el explicar la belleza de las figuras.
En la parte interna del sexto c’rculo est‡n representadas todas las artes mec‡nicas , Sus instrumentos y el diferente uso que de ellas hacen en diversas naciones. Est‡n dispuestas y explicadas por orden de dignidad, junto con sus inventores, Cada una ocupa el lugar que le corresponde segœn su peculiar importancia. En cambio en el muro exterior est‡n representados todos los Autores de las ciencias y de las artes, de las armas y los legisladores. Vi all’ a MoisŽs, a Osiris, a Jœpiter, a Mercurio, Pit‡goras, y otros muchos. Tienen pintado incluso a Mahoma en un lugar eminent’simo la efigie de Jesœs Cristo y de los doce Ap—stoles. TambiŽn vi pintados en la parte inferior de los soportales a CŽsar, Alejandro, An’bal, Atila, Atahualpa y Gengis, as’ como a muchos otros hŽroes preclaros tanto de guerra como de paz, casi todos romanos.
Al preguntar lleno de admiraci—n c—mo sab’an nuestra historia, me hicieron saber que ellos son expertos en todas las lenguas y que env’an de forma continua y premeditada por todo el orbe exploradores y delegados a que aprendan las costumbres, cualidades, gobiernos e historias de las diferentes naciones, lo bueno y lo malo de todas ellas, y lo refieran despuŽs a su propio pa’s Y experimentan gran deleite en ello, Vi que los chinos hab’an inventado la artiller’a y la imprenta antes que nosotros.
Hay maestros que explican estas tan meritorias pinturas y los ni–os acostumbran a aprender todas las ciencias antes de cumplir los doce a–os, sin esfuerzo alguno, casi jugando, sin imposiciones tiranas, solo apelando a su natural curiosidad y al deleite que estas esmeradas iconograf’as les obsequiaban.

 

 

Roberto Real de Le—n . Julia Vargas Rubio . Marco Antonio Flores Enr’quez